Terminar esas tareas que se resisten
Cómo afrontar esos temas que hace semanas que están en tu lista de pendientes
La mejor forma de liquidar lo que tienes en tu lista de pendientes es empezar a hacerlo, de forma irreflexiva, nada más empezarlo y ya está. No debes detenerte a pensar en cómo abordarlo ni analizar porque hace tanto tiempo que se encuentra residiendo en tu lista de próximas acciones, simplemente tienes que tirarte encima y empezarlo aunque esto quiera decir hacer las cosas anárquicamente.
Son tareas tediosas que no te apetece hacer. Por lo que sea, hay algo que las convierte en una carga, en un problema, no hay manera. Y mira que desde este blog – y en otros – se te dan remedios como fraccionarlas en acciones y proyectos, hacerlas a primera hora del día que es cuando estás en mejores condiciones y te encuentras más motivado. Pero a veces una acción sigue siendo tediosa aunque la hayas fraccionado o dispongas de dos horas de tranquilidad para realizarla.
En estas ocasiones sólo vale lanzarse de cabeza. Empezarla y observar cómo va evolucionando. Seguro que necesitas organización, recurre a material de soporte o te surgen dudas. Esto lo dejamos para después. Sí, puedes demorar la perfección, dejarla por un después que quizás no es necesario que llegue nunca.
“La mejor forma de realizar aquella tarea que lleva semanas residiendo en tu lista de pendientes es empezarla, de forma irreflexiva, sólo ponerte con ella y ya está”
Una calidad aceptable
Si los emprendedores tienen su producto mínimo viable, cualquiera de nosotros - da igual el rol y el circo en el que trabajamos - necesitamos incorporar a nuestro imaginario el concepto de calidad mínima viable.
La idea es la de alejarnos de la perfección, de ser capaces de entender que la práctica de 'hacer' tiene unos límites. No puedes dedicarle todo tu tiempo y energía, ni siquiera la que querrías dedicarle, siempre tienes más cosas que hacer que tiempo y recursos. Se trata de fijarte un mínimo de calidad para tener algo que entregar, para acabar lo que tienes entre manos. Si tienes tiempo puedes iterar, dar un nuevo pase, corrigiendo, ampliando e incorporando nuevos elementos al entregable, pero el primer paso es construir siempre la base.
Para comprender e interiorizar el concepto debe llevarse a la práctica. Una vez realizada esta interiorización comprendes que no es necesario realizar la tarea que te complica la vida con un 100% de calidad y dando lo mejor de ti. Sólo tienes que crear algo decente para entregar o realizarlo para cerrar el asunto y si hay tiempo puedes hacer una segunda y tercera pasada - incluso más - para mejorar la base y convertirlo en algo épico.
Soy partidario de pensar antes de actuar pero hay veces en las que nos paralizamos. Nos paralizamos porque hay algo que nos da miedo, un miedo de baja intensidad. Podríamos describirla como una inquietud, una incomodidad pero miedo al fin y al cabo.
No hace falta que sea muy intensa sólo lo suficiente para desincentivar hacer lo que debes hacer en ese mismo momento. ¿Y entonces que?
¿Qué hago cuando una tarea es incómoda?
Seamos un poco más reflexivos. Has tenido la acción o el proyecto en tus listas durante semanas y allí sigue. Hay algo que te impide seguir adelante, quizá sea una acción que implica hablar con alguien que te intimida o más simple todavía, implica someter tu trabajo al escrutinio de terceros por ejemplo.
La tarea se ha mantenido inmovil en tu lista porque la fecha de entrega todavía no se ha acercado lo suficiente, eso sí la hay. Sino quizá no lo acabes haciendo nunca.
Ante esta situación te propongo 3 salidas:
Lo primero que se ocurre es delegar la acción a alguien. Más allá de escurrir el bulto nos encontramos con que una 3ª persona no tendrá los impedimentos que tienes tú (o yo). Si es una acción del ámbito profesional que además está bloqueando un proyecto y no te permite seguir adelante yo incluso la subcontrataba.
Si no puedes delegarla te tocará sentarte y preguntarte por qué te pesa tanto hacerla. A menudo sólo el hecho de averiguar por qué se te complica la vida ante un problema ayuda a bajar la tensión y te abre la mente a posibles soluciones.
Elimínala de tus listas sin realizarla. Parece una locura pero si no hay fecha de entrega y nadie tiene la pregunta ¿por qué tienes que hacerla? Si te provoca malestar elimínala.
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Es un artículo simple y directo sobre cómo hacer lo que se atasca pero es que no hay más. No hay ninguna gran técnica ni una solución mágica para realizar las acciones que procrastinas y que se convierten en un tapón. O las haces o las delegas o las dejas de lado. No hay más.
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